El próximo 4 de julio el valle de Roncal se convertirá, una vez más, en escenario cinematográfico acogiendo la filmación del largometraje “Vera”, una película en euskera que narra la vida de una joven pastora que, tras sufrir un accidente y ser arrastrada por las aguas del río, despierta en un lugar desconocido, iniciando a partir de ese momento un viaje mágico en el que Vera trata de retornar a su valle. Los extraños lugares y sucesos que atraviesa en su odisea le plantean preguntas acerca de su propia identidad.
La historia de esta película tiene su origen en el trabajo de campo que su director Iban Ayesta realizó en 2009; ese año este joven donostiarra, director de cine y antropólogo, acompañó durante dos semanas a Domingo Urzainqui y Fran Fuertes, pastores de Burgui, en su viaje trashumante por la Cañada Real, desde el Pirineo roncalés hasta las Bardenas, acompañados de un rebaño de dos mil ovejas. Aquella experiencia sirvió de germen para la creación de este proyecto cinematográfico de ficción. “Por este motivo –indica Iban Ayesta- la obra hace especial hincapié en recoger los conocimientos que la trashumancia entraña en relación a la naturaleza”.
El largometraje fue presentado ayer en la villa de Roncal; hasta allí se desplazaron, entre otros, el director Iban Ayesta, el productor Iñigo Yurre, y los actores Patricia López, Nia Acosta, Juan Ignacio de Paul y Urko Olazabal. “Vera” es un largometraje que está previsto ser rodado entre el 4 de julio y el 20 de agosto en escenarios naturales del valle de Roncal, valle de Echo, Canfranc, Esco, Bardenas Reales y la selva de Irati. Está previsto que el resultado final esté disponible para la primavera de 2012. La producción corre a cargo de Emana Films, junto con Sonora Estudios y Zazpiterdi. Iban Ayesta explicó que se trata de una producción de bajo presupuesto y con un equipo de rodaje reducido; “el espíritu del proyecto está marcado por un alto grado de experimentación artística; busca que la naturaleza sea el personaje más importante, y trataremos de conseguir esa ambientación de un mundo mágico a través de marcar un ritmo pausado, a base de planos largos, en donde tratará de musicalizarse el sonido y se jugará con la iluminación; quiere ser una composición plástica elaborada”, comentaba Oier Villar, director artístico.
Iban Ayesta definió el largometraje “Vera” como un proyecto artístico que da vida a un universo poético y atemporal; “se trata de la particular odisea de una pastora que atraviesa diferentes pasajes entre la realidad y la ficción. La búsqueda de identidad de Vera nos plantea preguntas, más que respuestas, en torno a la vida y la muerte, el día y la noche, la realidad y el sueño”.