El 14 de septiembre Abaurrepea aogía una nueva edición, la 37, del Aezkoako Eguna.
Desde primeras horas de la mañana, los del pueblo y los organizadores de la Asociación Cultural Aezkoa ultimaban los preparativos para dar un buen recibimiento a todos los vecinos del valle.
Meltxor, Pixpi, Oskar, junto a otros vecinos, preparaban el zikiro que sobre las 3 de la tarde iba a ser degustado por 550 comensales. A esa hora ya estaba montada la carpa y preparados los campos que iban a servir de aparcamientos. Una de las mayores complicaciones del día, debido a la estructura urbana de este pueblo.
Loa gaiteros de Irunberri y la Jarauta 69 se ocuparon de ofrecer la música de calle. Mientras, los participantes en la fiesta visitaban las distintas exposiciones que habían preparado: artesanía, tractores antiguos, instrumentos musicales...
Junto a la barraka estaba presente AEK haciendo una degustación de talos de panceta y txistorra, con cuya recaudación y a través del trabajo voluntario financian el euskategi.
En un puesto contiguo estaba Alberto Lerindegui presentando su libro bilingüe “Memorias de un jabalí-Basurde Baten Oroitzak” donde narra su historia como pastor en America.
El tema del día era la emigración y así nos lo hicieron saber dando lectura a un manifiesto en recuerdo y homenaje a los aetzak que se vieron forzados a emigrar.
A continuación, firmaron en en el libro de Honor de Aezkoa: Laura Igantzi Mitxelena y Félix Almirantearena Juango en representación de Euskal Artzainak Ameriketan Elkartea, Pablo Juandeaburre (pastor americano), y Patxi Encaje. Para finalizar el acto central dieron el testigo a Orbaizeta para la celebración del Aezkoako 2015. La fiesta continuó durante todo el día.