Marga Gútierrez es una productora de proyectos audiovisuales, varios de los cuales hemos disfrutado en Salazar (Cuerdas, Pioneras, Ama-das…). Está muy ligada a Ezkaroz e, incluso, alguno de sus documentales ha sido grabados enteramente en el valle (Eki.librio). Hemos charlado con ella, aprovechando la presentación de su último trabajo, Living Kultur, del que se proyectaron dos sesiones (en euskera y en castellano), el día 13 de octubre, dentro del programa de Larrazkeneko Bilketa, la fiesta del otoño en Ezkaroz.
Háblanos un poco de tu trayectoria profesional.
Desde niña quería contar historias. Tengo cuentos y redacciones guardados llenos de borrones en cuartillas de colegio. Encontrar el lenguaje audiovisual fue una carretera que incluía relatar con belleza. Mis primeros pasos fueron la producción de documentales (Pura Vida, Nomadak TX). Llegué a la dirección por casualidad después de aprender mucho de los directores y directoras con las que he trabajado; así nacieron Cuerdas, Eki.librio, Ama-DAS y ahora Living Kultur.
Compagino esta profesión con la docencia en la Universidad como profesora invitada. Una forma fantástica de estar al día y conocer de cerca los nuevos talentos y formas de relatar la realidad.
¿Qué es En Buen Sitio?
En Buen Sitio es la productora fundada por Lucia Benito y Jokin Pascual. Tras muchos años de experiencia en proyectos cinematográficos, apostaron por asentarse en Navarra y producir proyectos cinematográficos de calidad. Además de productores ejecutivos, son directora de arte y director de fotografía respectivamente, por lo que sus conocimientos de las entrañas del cine, asentados durante más de 20 años de profesión, aportan el peso profesional. En 2016 me uní al equipo como directora de producción en los proyectos audiovisuales a ejecutar.
Trabajáis en colaboración con ONGs, ¿Se implican en la guionización de los documentales, supervisan de alguna manera vuestro trabajo o lo desarrolláis con total libertad?
Las ONG, fundaciones o asociaciones son fundamentales para el desarrollo del proyecto. En la mayoría de las ocasiones es un trabajo colaborativo en cuanto a documentación, formación y contactos. Los directores y directoras no somos especialistas de todas las temáticas que realizamos, por lo que necesitamos de la inyección de sabiduría y experiencia previa de los colaboradores.
Una vez que tenemos el marco de documentación y formación, la fase creativa es en total libertad. Siempre teniendo como marco las líneas editoriales de cada proyecto y, por supuesto, con el marco de la comunicación para el desarrollo, teniendo como referencia los códigos de imagen de cada entorno de trabajo de las Ongs y fundaciones.
Algunos de vuestros títulos expresan claramente cuál es la filosofía que os anima. Hay temáticas sobre las que ponéis el foco de las cámaras (mujer, violencia de género, etnografía, mundo rural…).
No puedes abstraerte a tu realidad, y menos cuando quieres contarla, en este caso con documentales. Pensamos que cada historia que llega al estudio es por algo, y es digna de contar. Y al igual que muchos creadores te sientes más cómoda en entornos que conoces.
Hemos producido documentales sobre mujeres, ya que el equipo es en su mayoría femenino; la etnografía nos apasiona y nos transmite valores de esencia y nos ata a nuestras raíces; el mundo rural nos ha formado como personas, en nuestra niñez y también es ahora referencia para nuestros hijos. En todas las historias se unen contenidos de denuncia, rescate o visibilización. Tenemos un por qué en cada uno de nuestro proyectos.
Ahora estamos con otras temáticas, pero con igual fuerza: WHY, un cortometraje con rodaje en la invasión de Ucrania y otro largometraje sobre refugiados climáticos.
Y más en concreto, ¿qué es Living Kultur? ¿Un proyecto transmedia, un libro, una exposición, un documental?
Living Kultur es una mirada cinematográfica ante la paradoja de materializar lo inmaterial de la cultura viva de un territorio, Navarra. Un proyecto que dosifica, enmarca y refleja, con una mirada y técnica del siglo XXI, la herencia ancestral- cultural para construir un discurso en torno a un viaje perceptivo y sensorial por el patrimonio inmaterial.
Para ello hemos generado un proyecto transmedia que democratiza y genera accesibilidad, así como un libro como si un catálogo de museo se tratara.
El documental cuenta con cincuenta representaciones desde la tradición oral, el juego, el carnaval, representaciones profanas y religiosas hasta oficios, dantzas y colectivos. Con rodaje en plató, en 6k, con belleza extrema y técnica slow para observar el detalle, el movimiento. Con más de setenta entrevistas con sus protagonistas reales, con personas que por cariño, herencia, contacto o amor salvaguardan y protegen una herencia que regalan al mundo.
Living Kultur se aleja de la representación real para mostrar la representación ideal, la ensoñación y mirada de la cineasta. Pretende la belleza máxima en dirección de fotografía con la ejecución perfecta, donde cada movimiento, sonido o corte de viento pueda ser apreciable. Forjamos un nuevo espacio entre el patrimonio inmaterial, las personas que lo salvaguardan y el cine como perpetuador de la memoria de las personas y cosas. Una experiencia en la que la aproximación audiovisual tiene el mismo valor artístico que las obras museográficas o las exposiciones de una galería. No es realidad, pero es veraz, es cierto.
También recoge nuestro entorno pirenaico.
Así es, hay representaciones cercanas reflejadas en Living Kultur del Pirineo Navarro: el Axuri Beltza (Jaurrieta), Tributo de las tres vacas (Valle Roncal), Toro de fuego y Lamia (Ezcároz), Pastor y Transhumancia (Remendía), Berrus, Danzantes y Aizkolaritza (Ochagavía), además de otras muchas comunes como txarangas, gastronomía o bailes populares.
Cortos y documentales viven un buen momento, pero cuando las salas de cine atraviesan cierto bache de público, ¿qué espacio de distribución queda para el documental? Contrariamente al largometraje, el documental es un cine muy de proximidad, un producto de formato asequible que va en busca de su propio espectador, que genera reflexión y debate…
Es casi un milagro estrenar en cines un largometraje documental. En Navarra tenemos la suerte de que Golem en Pamplona y las casas de cultura de muchísimas localidades hacen por programar nuestras propuestas. Además, en nuestro caso, intentamos que exista, siempre que se pueda, la presentación y coloquio, ya que así se marca la diferencia, y dotas de valor extra al proyecto. Tener a los protagonistas y ejecutores del proyecto aumenta el interés. Y se generan debates y conversaciones que muchas veces nos dejan perplejas, y siempre, enriquecen.
En el caso de los cortometrajes los circuitos son siempre más reducidos, casi siempre festivales y muestras de cine, pero con escasa accesibilidad en un plano más generalista. Últimamente se cuenta con plataformas que los han incorporado a sus catálogos, como Filmin.
El proyecto transmedia puede verse en: www.livingkultur.com
Xabier Díaz Esarte