EHNE, UAGN y UCAN realizamos un llamamiento a todo el mundo rural y a la sociedad en general a participar en el PARO AGRARIO y a acudir a la MANIFESTACIÓN que hemos organizado para el próximo 3 de marzo, jueves, en Pamplona. A todas aquellas agricultoras y agricultores, ganaderas y ganaderos que son el motor económico del medio rural, a las cooperativas y conserveras que manufacturan nuestros productos y los comercializan, a los talleres y empresas de mantenimiento de nuestra maquinaria, a las veterinarias y veterinarios que cuidan de nuestros animales, a las empresas que fabrican pienso y a las asesorías que nos facilitan la gestión económica, en definitiva, a todo el que, de una manera u otra, trabaja alrededor del sector primario.
Nos reunimos para exigir respeto por nuestra profesión. Siendo capaces de alimentar a la sociedad con productos de calidad, variados y con total seguridad alimentaria y tratando de respetar al máximo el entorno, nos encontramos con numerosas dificultades que los poderes públicos no han sido capaces de abordar de forma decidida y que, por tanto, no han solucionado. La falta de rentabilidad en nuestras explotaciones y los incumplimientos en la Ley de la Cadena Alimentaria nos impiden permanecer en el mercado, nos abocan a desaparecer y a abandonar nuestra imprescindible actividad para la sociedad, pues los costes de producción aprietan tanto que nos ahogan.
También extendemos nuestro llamamiento a los consumidores, sin ellos nuestra existencia no sería posible y de ellos depende, a través de la cesta de la compra, que a futuro se consolide un sector agrícola-ganadero sostenible económica, medioambiental y demográficamente. Su presencia en esta movilización resulta imprescindible para lograr dicho objetivo.
Esta manifestación hay que enmarcarla en las movilizaciones que ya empezaron en el año 2019 y que se cortaron de raíz, a consecuencia de la pandemia. Pandemia en la que, por cierto, estuvimos trabajando sin descanso porque en aquellos días éramos esenciales y seguimos reivindicando que continuamos siendo esenciales.
Este pasado año se han venido desarrollando de forma conjunta por parte de las Organizaciones Profesionales agrarias diferentes actos de protesta con temas sectoriales que van a desembocar en una manifestación general el próximo 20 de marzo de Madrid, a la cual nos uniremos. Una movilización en la que pedimos respeto por el campo.
La situación del medio rural no es nada halagüeña. Tenemos que revertir esta tendencia. La pérdida de activos en el campo es una realidad y el que tengamos unos precios que no cubren los costes de producción supone una dificultad añadida para la incorporación de jóvenes al sector agrícola-ganadero. Una PAC insuficiente, con la que se intentan resolver los principales problemas que afectan a la renta de las mujeres y hombres del campo y, de paso, amortiguar el precio de la cesta de la compra para que no se produzca una revolución social. Si a esto añadimos que las políticas públicas que se implantan tienen una visión urbana alejada del medio rural con déficits de servicios públicos y privados, se acentúa exponencialmente el riesgo de despoblamiento real de las zonas rurales.
En todo caso, seguimos ahí, gestionando el 90 % de la superficie de Navarra, siendo verdaderos guardianes y conservadores del medio ambiente. Los actores del medio rural exigimos una necesaria convivencia y respeto entre el mundo urbano y rural, donde las políticas se adapten a las necesidades de todos los ciudadanos, y donde no se confunda medio ambiente y conservación con abandono y prohibiciones, reto demográfico con despoblamiento, ni animales auxiliares y de producción con mascotas. Exigimos que, a la hora de legislar, la clase política tenga una visión social y empática con el mundo rural, algo que no ocurre en estos momentos.
Las dificultades a las que nos abocan medidas legislativas abusivas e incluso denigrantes con nuestro trabajo o la dejadez de las distintas administraciones para solucionar problemas estructurales como la falta de gestión cinegética efectiva que defienda nuestras producciones, la escandalosa gestión de agroseguro en detrimento de la renta de los agricultores, el fracaso de la política agraria comunitaria para apoyar decididamente al agricultor profesional y los continuos ataques a la calidad de nuestros productos, son razones más que suficientes para alzar la voz una vez más y mostrar a la sociedad y los consumidores que nos estamos jugando mucho con una política agraria que no atiende a los problemas del sector y que además desprestigia nuestra mayor virtud y compromiso que es permanecer de forma equilibrada y compatible en el medio ambiente suministrando alimentos de calidad a toda la sociedad.
Por todo ello, los jóvenes se alejan del medio rural, la actividad social y económica no brilla en muchos pueblos y el despoblamiento es una losa que, sin el sector agroalimentario, no podremos revertir. Debemos parar la brecha con el mundo rural, debemos apoyar a los agricultores/as y ganaderos/as.
